Institución que continúa con la enseñanza formal de las prácticas artísticas en Chile, a partir de las modificaciones institucionales realizadas a la Academia de Pintura. Estas reestructuraciones se iniciaron en 1858, por decisión del presidente Manuel Montt (1809-1880) y el ministro de Justicia, Culto e Instrucción pública Rafael Sotomayor (1823-1880), con el propósito de vincular la Academia con la Sección Universitaria de Bellas Artes del Instituto Nacional. Años más tarde, en 1879, la entidad sufre una nueva reforma al ser incorporada a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Bellas Artes de la Universidad de Chile, lo que dio comienzo oficialmente a la Escuela de Bellas Artes en 1880.
El objetivo de este establecimiento era la enseñanza de la pintura, la escultura, el dibujo, y la Historia del Arte. Su primer director fue Fernando Álvarez de Sotomayor, entre sus profesores se encontraban Cosme San Martín, José Mercedes Ortega, Pedro Lira y Simón González. Su enfoque pedagógico fue riguroso y academicista, influenciado por el arte francés de esa época. En la medida en que los artistas viajaron al extranjero y adoptaron tendencias más modernas, el criterio de la Escuela se amplió y dejó de lado el foco neoclásico, para poner de relieve elementos culturales vernáculos. Un ejemplo de esto fue la incorporación de la cátedra Arte Primitivo Nacional y Latinoamericano. Este importante cambio estuvo a cargo del artista Carlos Isamitt.
Inicialmente, la Escuela se ubicó detrás de la Casa Central de la Universidad de Chile para, ser trasladada a la calle Maturana en 1891. Luego se reubicó en el recién inaugurado Palacio de Bellas Artes en 1910, en donde actualmente funciona la sede del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile.
Después de un tiempo de estabilidad, en 1929 la Escuela cerró sus puertas durante un año y, con el presupuesto designado a su funcionamiento, se envió a 26 artistas a estudiar a Europa, entre ellos Laureano Guevara, Abelardo Bustamante, Julio Ortiz de Zárate e Inés Puyo. Más adelante, en 1930, retomó sus funciones bajo la dirección de Julio Fossa Calderón. La escuela permaneció en el Palacio de Bellas Artes hasta 1969, momento en el que un incendio obligó a buscar un nuevo espacio. El lugar elegido fue el campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, y desde ese momento pasó a denominarse Facultad de Bellas Artes.
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